El brutal asesinato de Morena Verri, Brenda Loreley Del Castillo y Lara Morena Gutiérrez ha causado conmoción en Argentina y reactivado las protestas de los colectivos feministas, que denuncian no solo la violencia extrema del crimen, sino también el tratamiento mediático estigmatizante y la politización del caso.
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Las jóvenes desaparecieron el viernes por la noche en La Tablada, Buenos Aires, tras subirse a una camioneta blanca. Sus cuerpos fueron hallados enterrados cinco días después en Florencio Varela, con signos de tortura. Según la autopsia, fueron asesinadas pocas horas después de su desaparición. Lara, de apenas 15 años, fue brutalmente mutilada; Brenda y Morena, ambas de 20 también sufrieron una violencia extrema.
Las autoridades apuntan a una organización narco como responsable del triple femicidio. El crimen habría sido transmitido en vivo a través de redes sociales cerradas como castigo ejemplar a quienes “roban al narco”. Cuatro personas han sido detenidas hasta el momento.
En respuesta, cientos de mujeres marcharon para exigir justicia, visibilizar el caso como violencia de género extrema y denunciar el enfoque mediático que revictimiza a las jóvenes, minimizando el componente machista del crimen y atribuyéndolo únicamente al narcotráfico. También criticaron el uso político del caso por parte de sectores oficiales y opositores.
“Femicidio es asesinato por razones de género. Nadie hace nada para merecer ser asesinada”, señalaron desde los colectivos.