Los cuerpos de los músicos colombianos Jorge Herrera y Byron Sánchez fueron encontrados sin vida en el Estado de México, en un hecho que ha conmocionado a la comunidad artística. Según reportes del periodista Carlos Jiménez, las víctimas fueron halladas en circunstancias extremadamente violentas: presentaban signos de desmembramiento y junto a ellos habría sido dejado un mensaje atribuido a la Familia Michoacana, una organización criminal dedicada al narcotráfico. La información aun no ha sido oficializada por las autoridades estatales.
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El periodista, Antonio Nieto, informó que, el asesinato de los jóvenes artistas ocurrió el mismo día de su desaparición.
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La desaparición de los artistas se había reportado la semana pasada, después de que fueran vistos por última vez saliendo de un gimnasio en la alcaldía Miguel Hidalgo, en la Ciudad de México. Su caso activó las alertas antes de que el trágico hallazgo confirmara los peores temores.
La Familia Michoacana, señalada como responsable del crimen, es considerada por el Departamento de Estado de Estados Unidos como una “organización terrorista” extranjera, lo que refleja el alto nivel de violencia asociado a sus actividades.
Ante este brutal hecho, las fiscalías del Estado de México y de la Ciudad de México han iniciado las indagatorias correspondientes para esclarecer los motivos del asesinato y capturar a los responsables.
El mandatario, Gustavo Petro, lamentó el crimen y aprovechó la ocasión para lanzar una crítica frontal a las políticas antidrogas globales por medio de sus redes sociales.
En su publicación, Petro escribió: “Asesinaron nuestra juventud en los Estados Unidos de Mexicanos. Mafia internacional fortalecida por la estúpida política militar y prohibicionista, llamada ‘guerra contra las drogas’ a la que obligan a la humanidad y a América Latina. Más jóvenes asesinados por una política antidrogas que no es política antinarcotraficante”.