Durante las primeras horas de su visita estatal al Reino Unido este miércoles, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, protagonizó varios gestos que rompieron con el estricto protocolo de la monarquía británica, generando controversia en medios y redes sociales.
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El primer incidente se produjo durante la inspección de la guardia de honor en el Castillo de Windsor, donde Trump dio una palmada en la espalda al rey Carlos III, un gesto considerado una violación grave del protocolo real, que prohíbe tocar al monarca sin su consentimiento expreso.
Posteriormente, mientras caminaban junto a la formación militar, Trump se adelantó al rey y entabló conversación con un guardia, aparentemente olvidando que Carlos III lo seguía a paso lento. No obstante, fuentes del Palacio citadas por Daily Mail aclararon que el rey había invitado previamente al líder estadounidense a caminar por delante, como lo ha hecho con otros jefes de Estado.
Además, al llegar al lugar a bordo de un helicóptero, Trump también rompió el protocolo al estrechar la mano del príncipe Guillermo y, al mismo tiempo, abrazarlo con la otra mano, otro gesto considerado inapropiado en los círculos reales.