Septiembre ha teñido a Guatemala de sus colores más emblemáticos. Con la celebración del 204 aniversario de la independencia de la Corona Española, un manto de azul y blanco ha inundado cada rincón del país, convirtiendo ciudades y pueblos en un vibrante escenario de celebración cívica.
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Desde las alturas de los edificios en la capital hasta las humildes fachadas de las comunidades más remotas, la bandera nacional ondea con un orgullo renovado, simbolizando la unidad que trasciende todas las fronteras.



La Plaza
El centro histórico y la Plaza de la Constitución se han convertido en el epicentro de esta celebración. Las instituciones gubernamentales, como el Palacio Nacional de la Cultura y las sedes de ministerios y secretarías, exhiben en sus fachadas y oficinas banderas y, mientras que las avenidas principales están adornadas con elegantes gallardetes y los colores que reflejan a Guatemala.
Los parques también han sido adornados y decenas de automovilistas y motoristas no olvidan su bandera para exhibirla durante los viajes en la ciudad y en las carreteras.
El gobernador de Guatemala, Mauricio Benard, destacó la importancia de mantener viva la memoria histórica y el compromiso ciudadano para continuar construyendo una nación libre y democrática.
“El fuego patrio representa la luz de nuestros próceres, hombres y mujeres que con sacrificio dieron vida a una patria libre y soberana. Hoy renovamos nuestro compromiso de fortalecer nuestras instituciones y construir una Guatemala donde prevalezca la justicia social y la paz duradera”, mencionó.





El alma
El alma de la fiesta cívica sucede en las escuelas. Los patios y las aulas de los establecimientos educativos públicos y privados también muestran coloridos murales y altares patrios.
Los desfiles escolares ya se hicieron sentir desde la primera semana de septiembre. El sonido de las bandas escolares durante los recorridos refleja el significado de la libertad de Guatemala de la Corona Española en 1,821.




Espectáculo patrio
- Decoración. Los adornos de Independencia son el reflejo palpable del espíritu guatemalteco que celebra los 204 años soberanos. Cada bandera, cada calle adornada, es un recordatorio colectivo de un pasado de lucha y un futuro que se construye, día a día, con orgullo de ser guatemalteco.




