Tyler Robinson, el joven de 22 años detenido por el asesinato del activista conservador Charlie Kirk, fue descrito por las autoridades como alguien que, aunque no tenía afiliación política registrada ni antecedentes de participación electoral, “se había vuelto más politizado en los últimos años”. Así lo afirmó el gobernador de Utah, Spencer Cox, este viernes durante una conferencia de prensa.
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Robinson, originario de Washington, Utah, fue arrestado tras una búsqueda de 33 horas luego del ataque ocurrido el miércoles durante un evento de Kirk en la Universidad del Valle de Utah. Según la investigación, el sospechoso habría manifestado públicamente su rechazo a las opiniones del activista, a quien acusaba de “propagar odio”.
Las autoridades calificaron el asesinato como un “crimen político” y revelaron que el rifle utilizado tenía mensajes grabados en la munición, algunos de tono antifascista, incluyendo frases como “¡Eh, fascista! ¡Atrápalo!” y referencias a la canción italiana “Bella ciao”.
Robinson, quien abandonó sus estudios universitarios tras un semestre, habría compartido ideas radicalizadas en conversaciones privadas y mensajes digitales. Su captura fue posible gracias a que un familiar, tras escuchar una confesión implícita, alertó a la policía.
El gobernador Cox hizo un llamado a la calma tras el asesinato y pidió a los jóvenes seguidores de Kirk que no respondan con violencia. “Hay una persona responsable, y esa persona está bajo custodia”, afirmó. También instó a fomentar el diálogo político y recordó que “las palabras no son violencia; la violencia es violencia”.
Este trágico hecho se suma a una creciente ola de violencia política en EE.UU., aumentando la preocupación por la polarización extrema en el país.