Un informe de la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional reveló que, durante la administración de Joe Biden, más de 233,000 menores migrantes no acompañados fueron perdidos por las autoridades migratorias debido a fallas en los sistemas de supervisión, y muchos de ellos fueron localizados en situaciones críticas: algunos muertos y otros en condiciones de explotación sexual.
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Según el reporte, citado por Fox News, al menos 27 menores fallecieron por causas como asesinato, suicidio o sobredosis de drogas, mientras que otros fueron víctimas de trata y esclavitud sexual. Hasta enero de 2025, las autoridades aún no habían podido dar cuenta del paradero de miles de niños entregados a patrocinadores en territorio estadounidense.
John Fabbricatore, asesor de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, declaró que varios de los menores rescatados “fueron violados o tratados como esclavos sexuales”. Relató casos en los que los niños estaban bajo custodia de traficantes de drogas, lo que llevó a que algunos murieran por sobredosis.
Aunque durante el gobierno de Donald Trump se logró localizar a más de 22,600 menores y detener a más de 400 patrocinadores irregulares, la crisis de supervisión continúa. Fabbricatore enfatizó la urgencia de “encontrar los casos en los que los niños son utilizados para trabajo y tráfico sexual”.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) admitió dificultades para dar seguimiento a la ubicación y condición de los menores no acompañados, lo que ha permitido que redes de explotación sigan operando.