Ruth Miller, una mujer amish de 40 años, fue arrestada y acusada de asesinar a su hijo de 4 años, además de intentar ahogar a sus otros tres hijos adolescentes durante un ritual religioso en el lago Atwood (Ohio) que, según ella, “Dios le había encomendado”. Los hechos ocurrieron entre el 23 y 24 de agosto.
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Según reportes, Miller alegó que Dios le pidió que “se dejara tragar por un pez para demostrar que era digna”. Tras realizar rituales a la medianoche, su esposo —decepcionado— intentó nadar hasta un banco de arena para probar su fe, pero se ahogó. Al no regresar, Miller arrojó a su hijo menor al lago para “entregárselo a Dios”.
Horas después, colocó a sus tres hijos adolescentes en un carrito de golf y lo estrelló contra un muro de piedra antes de precipitarse al lago. Los jóvenes lograron escapar, aunque Miller se negó a recibir ayuda y huyó a unos arbustos, donde fue capturada por la policía.
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Tras una búsqueda de 24 horas, se recuperaron los cuerpos del esposo y el niño. Miller fue hospitalizada por “delirio espiritual” y luego encarcelada bajo cargos de doble asesinato agravado, violencia doméstica y tentativa de homicidio.