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Una ciudadana hizo una denuncia a través de sus redes sociales que no tardó en volverse viral. De acuerdo con su testimonio, junto a su pareja alquilaron un chalet en un hotel del municipio de Turbaco y se llevaron una desagradable sorpresa cuando encontraron una supuesta cámara espía dentro de un humidificador.

La mujer indicó que permanecieron en el chalet entre el 16 y el 17 de agosto. Además, reconoció que cuando hizo los trámites de alquiler le indicaron que tenían cámaras instaladas para vigilar los espacios exteriores del chalet.

“Cabe recalcar que este es un lugar donde supuestamente cuidan mucho de tu integridad y de tu intimidad con tu pareja, ya que por lo regular a estos lugares van parejas”, explicó la mujer.

Una vez llegaron al chalet, su pareja se percató de un humidificador que se encontraba en el interior del chalet. De inmediato, sospecharon que era una cámara y, al abrirlo, constataron que tenía una especie de lente.

Cuando le preguntaron por WhatsApp a la persona que les había alquilado el chalet les contestaron que era un “ambientador con sensor de presión. Y no sirve”. Luego les señalaron que podían desconectarlo sin ningún problema.

Cuando trataron de desconectarlo, se dieron cuenta de que estaba pegado al enchufe, lo cual les generó más desconfianza.

Ante estos hechos, la mujer volvió a escribir al hotel desde un número desconocido y volvieron a indicarle que todas las cámaras que se usaban en los chalets eran externas.

El dueño del hotel ya respondió a la denuncia

Ante estos hechos, el propio dueño del hotel tuvo que salir a dar explicaciones sobre lo ocurrido.

“Mi nombre es Carlos L’Hoste. Soy propietario de la cabaña Monte Carlo Chalet. He querido empezar presentándome para que todos sepan que detrás de este escándalo que se ha dado en las redes hay una persona responsable, seria, que pone la cara”, empezó señalando el dueño del establecimiento.

Lo más llamativo de su pronunciamiento es que, contrario a lo que le habían contestado a la pareja por WhatsApp, él sí reconoció que se trataba de una cámara y no de un “ambientador”, como habían señalado anteriormente.

“Sí, efectivamente, había un dispositivo ubicado en la sala, que es una zona social, no privada y nunca, pero jamás, estuvo ubicado ese dispositivo en una habitación”, señaló Carlos L’Hoste.

Más tarde, advirtió que cuando el dispositivo estaba funcionando lo usaron para garantizar la seguridad de los huéspedes y no para atentar contra su intimidad.

“Sé que este hecho genera dudas, desconfianza e incomodidad, y entiendo la gravedad de lo que se interpretó. Hemos tomado la decisión de retirar cualquier dispositivo, manteniendo únicamente cámaras externas con el único fin de velar por la seguridad, tal como lo permite la ley“, concluyó.