El Ministerio de Justicia paraguayo intervino este lunes la Penitenciaría Regional de Emboscada Antigua tras descubrir “celdas VIP” equipadas con sofás, frigobar, aire acondicionado, televisores de plasma, teléfonos e incluso conexión a Internet, privilegios ilegales que los reclusos alquilaban por 300,000 guaraníes (40 dólares) mensuales.
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La investigación reveló que un interno gestionaba el cobro y la distribución de estas celdas premium con complicidad de funcionarios penitenciarios. Las instalaciones, comparables a un hotel, contrastaban con las condiciones precarias del resto del penal. La jueza Sandra Kirchhofer expuso el caso tras una inspección rutinaria.
El Ministerio de Justicia anunció el desmantelamiento inmediato de estas estructuras y la reubicación de los reclusos involucrados en otros centros sin privilegios: “No toleraremos actos de corrupción que vulneren el sistema penitenciario”. Se investigará a los funcionarios cómplices para aplicar sanciones administrativas y penales.
El caso refleja un problema recurrente en cárceles latinoamericanas, donde redes de corrupción permiten a reclusos adinerados comprar comodidades ilegales. Paraguay, con un sistema penitenciario colapsado, busca erradicar estas prácticas que profundizan la desigualdad y el crimen organizado tras las rejas.