El Instituto para la Competitividad Económica (ICE) presentó este jueves 21 de agosto de 2025 un análisis detallado sobre la evolución de los precios en Guatemala.
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Según el informe, la inflación general se ha mantenido baja y estable, con incrementos puntuales en productos específicos que no reflejan una tendencia generalizada.
JoséMaría Echeverría, director ejecutivo del ICE, destacó que en los últimos 15 años el país ha logrado mantener la inflación dentro de la meta establecida por el Banco de Guatemala (Banguat), reflejando una adecuada política monetaria.
Echeverría señaló que los episodios de mayor incremento en los precios han respondido principalmente a factores externos, como la crisis de energía y materias primas derivada de la invasión rusa a Ucrania, luego de la pandemia de Covid-19.
“Este fenómeno de ‘inflación importada’ impactó no solo a Guatemala, sino a la mayoría de países del mundo”, comentó Echeverría.
El análisis muestra que, aunque algunos productos han mostrado incrementos pronunciados, otros han aportado estabilidad.

Por ejemplo, el índice del güisquil pasó de 88.7 en 2011 a cerca de 4 mil en julio de 2025, un aumento de más de 43 veces en 14 años.
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El tomate, por su parte, multiplicó su valor por 12 en el mismo período.
Sin embargo, productos como el azúcar, cereal, agua envasada, frijol rojo y huevos han mostrado precios muy estables a través de los años.
El ICE también destaca la actualización metodológica realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2023 para el cálculo del Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Esta actualización asigna distintos pesos a las 13 divisiones de gasto, y la división de alimentos y bebidas no alcohólicas tiene la mayor incidencia en la inflación.
Esto significa que productos como maíz, trigo, tomate o carnes influyen de forma determinante en el resultado general, aun cuando la mayoría de bienes y servicios mantienen estabilidad.
Echeverría concluyó que “la inflación no se define por aumentos aislados, sino por un alza sostenida y generalizada de precios en la mayoría de bienes y servicios.
En Guatemala, lo que observamos es una inflación baja, estable y predecible, lo que resulta positivo para la economía y brinda certeza a las familias y al sector productivo”.