Imágenes de ciervos cubiertos de protuberancias negras similares a verrugas gigantes se han viralizado en redes sociales, generando alarma y especulaciones sobre mutaciones o brotes de enfermedades en la fauna estadounidense. Las fotografías, que muestran a los animales con tumores desde la cabeza hasta las pezuñas, han sido comparadas con escenas de pesadilla.
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Sin embargo, expertos en vida silvestre aclaran que estas formaciones, conocidas como fibromas, son tumores no cancerosos y, aunque de aspecto grotesco, generalmente no comprometen la salud general del animal. Según funcionarios de conservación, estos crecimientos —que pueden alcanzar el tamaño de una pelota de golf— suelen propagarse entre ciervos por contacto directo, pero son benignos y suelen localizarse en cabeza y cuello.


La viralización de estas imágenes se produce en un contexto de creciente preocupación ciudadana por avistamientos inusuales en la fauna local, como las recientes referencias a “ardillas zombies” o “conejos Frankenstein”, aunque en este caso se trata de una condición conocida y no asociada a brotes epidémicos. Las autoridades reiteran la importancia de consultar fuentes oficiales antes de alarmarse por contenido sensacionalista en internet.