Una repentina riada registrada en la noche del sábado 16 de agosto en la ciudad de Bayan Nur, en la región autónoma china de Mongolia Interior, dejó al menos nueve personas muertas y tres desaparecidas, según informaron las autoridades locales el domingo 17. El incidente tuvo lugar alrededor de las 22:00 horas en el valle de Dongwugai, cuando un grupo de campistas fue sorprendido por la crecida provocada por intensas lluvias torrenciales.
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El lugar, popular entre los turistas por su entorno natural, se convirtió en escenario de una tragedia cuando la fuerza del agua arrasó el campamento. De los 13 excursionistas reportados como desaparecidos inicialmente, uno fue encontrado con vida, mientras que los cuerpos de nueve personas fueron recuperados. Las operaciones de búsqueda, en las que participan unos 700 rescatistas, continúan para localizar a los tres desaparecidos restantes, en medio de condiciones meteorológicas adversas y un terreno montañoso complicado.
Este suceso se suma a una serie de desastres naturales que han golpeado a China durante el verano. En Pekín, las tormentas torrenciales ya han causado 44 muertos, mientras que en Hebei y Cantón se reportaron víctimas por deslizamientos e inundaciones.
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