Elote loco
Pocos guatemaltecos se resisten al sabor del elote cocido, una delicia extravagante que se sirve con gran cantidad de mostaza, mayonesa, salsa de tomate y queso seco. Muchos visitantes de la Feria de Jocotenango pasan por los puestos para ir degustando mientras recorren los juegos y las diversas atracciones en la zona 2 de la ciudad de Guatemala. El precio es 10 quetzales.
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Manzana en miel
Las manzanas caramelizadas o en miel, de preferencia rojas, son el atractivo para los niños, aunque también para varios adultos que se atreven a morderlas y que se le atore el dulce entre los dientes. Este postre fue adaptado de las grandes ciudades de Europa y en la actualidad es uno de los platillos típicos de las ferias, por excelencia. Se venden por 10 quetzales y los clientes pasan mucho tiempo disfrutando el dulce para terminar a mordidas con la fruta. También se ofrecen manzanas con chocolate, que es la novedad.

Cocadas
Cocinado con coco y leche, este postre pertenece a la cultura costeña guatemalteca. Las cocadas son tradicionales para la época de Semana Santa, aunque infaltables en las ferias. La característica es que llevan coco rallado, canela, clavo de olor, panela y azúcar cuya mezcla se convierte en un manjar no sólo para saborear sino para sentir el olor. “Este dulce es el que más vendemos. A los más grandes les encanta no tanto como a los niños”, mencionó la vendedora de golosinas María Paz, quien los vende a 10 quetzales.

Alborotos
En forma de esfera y con diversos colores, este dulce típico guatemalteco es infaltable en cualquier fiesta patronal del país. Su peculiar forma engalana a los niños. Esta golosina artesanal cocinada con caña de azúcar llegó del Medio Oriente a través de los españoles en la época de la conquista. Representa el ejemplo de la cosmovisión indígena. El precio es cinco quetzales cada uno.

Buñuelos
Se sirven dos o tres bañados en miel con una cuchara en un plato hondo. Se requiere estar sentado para ir saboreando, de a poco, cada uno hasta acabarse todo. Los buñuelos se preparan con base en una masa de harina de trigo, que incluye huevos, bicarbonato de soda, anís y agua. Algunos vendedores de la feria todavía los preparan al estilo tradicional al batir y mezclar a mano la masa, aunque en la actualidad se usa una batidora. Por 20 quetzales se disfruta de este platillo.
