La noche del jueves se registró un evento poco común y de gran valor ambiental en la playa de la Aldea El Hawaii, Chiquimulilla, Santa Rosa, cuando una tortuga marina baule (Dermochelys coriacea) realizó su proceso de desove.
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Personal técnico marino costero del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP) y la organización ARCAS acudió al lugar para recolectar los huevos y llevarlos posteriormente en un tortugario autorizado, siguiendo los protocolos de conservación vigentes, confirmó la institución a Publinews.
La tortuga baule es reconocida como la especie más grande que visita las playas guatemaltecas y se caracteriza por no tener un caparazón duro, sino una piel gruesa que le da su nombre en inglés: leatherback turtle.
Su huella es inconfundible, con un ancho de entre 150 y 230 centímetros, y durante la anidación, pone huevos fértiles acompañados de otros más pequeños e infértiles.
🛑 Conservación obligatoria
A diferencia de otras especies como la tortuga parlama (Lepidochelys olivacea), que permite una cuota de conservación del 20% del total de huevos por nido, todos los huevos de tortuga baule deben ser entregados en su totalidad a tortugarios registrados para su protección.
El desove de esta especie es irregular, y no todos los nidos llegan a eclosionar debido a factores como la falta de fecundación, aumento de temperatura o el cambio climático.
Guatemala, con 255 kilómetros de litoral en el Pacífico y 148 en el Caribe, es hogar de 5 de las 7 especies de tortugas marinas del mundo, lo cual refleja la riqueza natural del país y la buena salud de sus ecosistemas marinos.
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📢 Llamado a la población
Las tortugas marinas están incluidas en la Lista de Especies Amenazadas de Guatemala (LEA) y su protección está respaldada por la Ley General de Pesca y Acuicultura (Decreto 80-2002), además de convenios internacionales como CITES y CIT.
El CONAP hace un llamado a la población: "Si se observa el desove de una tortuga marina, debe reportarse de inmediato al CONAP o al tortugario más cercano".