El Tribunal Supremo de Malasia ordenó reabrir la investigación sobre la muerte de Ivana Smit, la modelo neerlandesa de 18 años que en diciembre de 2017 cayó desde el piso 20 de un edificio en Kuala Lumpur. El fallo judicial también obliga a la Policía y al Estado malasio a indemnizar con 257,600 dólares a la familia de la víctima por negligencia en el caso.
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Smit murió tras una noche en el apartamento del millonario estadounidense Alexander Amado Johnson y su esposa Luna Almazkyzy, donde se hallaron rastros de alcohol, éxtasis y anfetaminas en los análisis toxicológicos. Aunque inicialmente se consideró un accidente o suicidio, la familia siempre rechazó esta versión, señalando moretones en el cuello de Ivana y testimonios de vecinos que escucharon gritos y discusiones antes de su caída.

La jueza Roz Mawar determinó que hubo abuso de poder y fallos graves: no se recolectó ADN inicialmente, se permitió que la pareja sospechosa abandonara el país, y se ignoraron pruebas clave, como el ADN de Johnson bajo las uñas de Smit. “La investigación fue inadecuada y negligente”, afirmó el tribunal.
El caso, reabierto en 2019 como posible homicidio, podría ahora llevar a nuevos interrogatorios a Johnson y Almazkyzy, quienes admitieron tener relaciones con Smit pero negaron involvemento en su muerte.