Una serie de intensas tormentas ha azotado la ciudad de Pekín en los últimos días, dejando un saldo de al menos 30 personas fallecidas, según datos del Centro Municipal de Control de Inundaciones citados por la agencia Xinhua. Las lluvias, que acumularon hasta 543,4 milímetros, obligaron a reubicar a más de 80,300 personas en distintos puntos de la capital china.
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El temporal causó importantes daños en la infraestructura urbana, con afectaciones en 31 carreteras y la interrupción del suministro eléctrico en 136 aldeas. Ante la gravedad de la situación, el presidente Xi Jinping pidió redoblar esfuerzos para proteger la vida y las propiedades de los ciudadanos. También ordenó intensificar las labores de búsqueda de desaparecidos y evacuar de forma urgente a las poblaciones en riesgo.
Las autoridades continúan trabajando para mitigar los efectos del desastre y restaurar los servicios básicos en las zonas afectadas.