El primer ministro de Camboya, Hun Manet, anunció este 27 de julio que su país y Tailandia acordaron un alto el fuego inmediato, tras una escalada de violencia fronteriza que dejó más de 30 muertos y 168,000 desplazados. La decisión se produjo después de conversaciones telefónicas con el presidente de EE.UU., Donald Trump, y otros líderes regionales.
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Hun Manet agradeció a Malasia por facilitar las negociaciones, a Trump por respaldar el proceso de paz y a China por su apoyo constante. Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, confirmó en X que ambos países iniciarán pronto conversaciones de alto nivel en Malasia, con el objetivo de consolidar la tregua. “Queremos que este conflicto termine lo antes posible”, escribió.
Trump advirtió que no habrá acuerdos comerciales con EE.UU. si persiste la disputa, aumentando la presión para una solución pacífica. Aunque Tailandia aceptó la tregua, pidió ver “intención sincera” de Camboya.
El Comité General de Fronteras (GBC) de ambos países se reunirá el 4 de agosto en Camboya para avanzar en la resolución del conflicto, que se remonta a décadas, pero se recrudeció abruptamente esta semana.