La crítica situación en Santa María de Jesús se ha agudizado en las últimas horas, con nuevos derrumbes provocados por la incesante actividad sísmica.
PUBLICIDAD
Estas recientes sacudidas de tierra han complicado aún más el acceso a la localidad, que desde el 8 de julio ha visto sus principales vías bloqueadas por la serie de sismos que afectaron el lugar.

Rutas alternas
Ante el riesgo inminente de más deslizamientos, que han llevado a la suspensión temporal de los trabajos con maquinaria debido a la “inestabilidad de los taludes”, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército y la Dirección General de Caminos (DGC) han puesto en marcha la habilitación de dos rutas alternas.
Estas vías buscan garantizar la seguridad de la población y restablecer la conectividad del municipio.
Los esfuerzos se concentran en un tramo de 8.5 kilómetros que conecta desde Palín con la comunidad El Hato, en el mismo departamento, para luego ingresar a Santa María de Jesús. Las Fuerzas Armadas tienen a su cargo las labores en este punto. Paralelamente, la DGC trabaja en un camino rural de seis kilómetros que enlazará la región afectada con San Juan del Obispo.
Este municipio es el más impactado por la persistente actividad telúrica que ha mantenido sus accesos intransitables, a pesar de los intentos previos de las autoridades por liberarlos.
La cartera de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) resalta la necesidad de estas nuevas estrategias para asegurar el tránsito sin peligro para los habitantes.