Corea del Sur enfrenta una tragedia humanitaria tras cinco días de lluvias torrenciales que han dejado al menos 17 fallecidos y 11 desaparecidos, según el último balance del Ministerio del Interior y Seguridad. Las precipitaciones, que alcanzaron los 800 milímetros en algunas regiones, han provocado inundaciones repentinas, deslizamientos de tierra y el colapso de viviendas e infraestructuras.
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Entre las víctimas mortales se encuentran diez personas fallecidas en Sancheong por corrimientos de tierra, una mujer arrastrada por un torrente en Gapyeong y varias personas atrapadas en vehículos inundados. Las autoridades reportan que aproximadamente 2,730 personas permanecen evacuadas de sus hogares.
El presidente Lee Jae Myung declaró que las zonas más afectadas serán designadas como “áreas catastróficas”, lo que permitirá mayor apoyo gubernamental. “Expreso mi más sentido pésame a las familias afectadas”, afirmó el mandatario, comprometiendo todos los recursos necesarios para la recuperación.
Aunque las alertas por lluvias se han levantado en la mayor parte del país, las autoridades mantienen los operativos de rescate y evalúan los daños materiales. Esta tragedia climática marca uno de los peores episodios de lluvias torrenciales en la historia reciente de Corea del Sur, con acumulados pluviométricos que superaron en pocos días los registros habituales de todo un mes.