Un trágico accidente ocurrió en un hospital de Long Island cuando un hombre de 61 años falleció al ser absorbido por una potente máquina de resonancia magnética. Según informes preliminares, la víctima -que acompañaba a un paciente- entró a la sala mientras se realizaba un examen y fue atraído violentamente hacia el equipo debido a una pesada cadena metálica que portaba.
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Las autoridades confirmaron que el hombre no era paciente, pero al acercarse al escáner con el objeto metálico, la poderosa fuerza magnética del equipo (que puede superar 30,000 veces el campo magnético terrestre) lo succionó de forma inmediata. El Dr. Payal Sud, experto consultado sobre el caso, explicó que este tipo de accidente puede causar “lesiones por estrangulamiento, asfixia, daños cervicales o traumatismos contundentes severos”.
Este lamentable incidente destaca los estrictos protocolos de seguridad que rodean estos equipos médicos, donde está absolutamente prohibido introducir objetos metálicos. Las máquinas de resonancia magnética generan campos magnéticos extremadamente potentes que pueden atraer objetos ferromagnéticos con fuerza letal.
