El tráfico ilegal de fauna silvestre en Guatemala persiste y representa una grave amenaza para la biodiversidad y es una de las actividades más lucrativas, solo superada por el tráfico de drogas y personas. Recientemente, las autoridades hicieron un operativo el mercado El Guarda, el segundo más grande de la capital, superado solo por La Terminal, donde clausuraron una veintena de comercios por vender animales exóticos como cualquier producto.
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Los animales rescatados fueron trasladados al Centro de Rescate Antigua Exotic, bajo la tutela del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap). Incluso, la entidad de protección compartió detalles de la atención y fotografías de varios patos decomisados. “Verlos tranquilos y sanos nos recuerda que cada aporte cuenta y que juntos sí podemos hacer la diferencia”, se detalló.
Los patos rescatados de El Guarda:
La incursión de policías en el mercado de la zona 11 también dejó detenidas a dos personas detenidas por el delito de tráfico ilegal de flora y fauna y un juez clausuró los comercios. Uno de los vendedores se refirió a que las ventas se hacen sin autorización, pero solicitó alguna orientación a las autoridades.


Miles
“Es importante resaltar que todas las especies de fauna silvestre cumplen un rol importante en el ecosistema”, detalla el Conap. “Deben permanecer libres en su hábitat natural, son indispensables para mantener el equilibrio ecológico ya que cumplen con diversas funciones, algunos son dispersores de semillas, controladores de plagas, polinizadores y más”, agrega la entidad.
En cuanto a los animales decomisados, los favoritos son iguanas, loros y pericas. En 2019, las autoridades rescataron a 3 mil 560 animales por diferentes causas como tráfico ilegal, porque los animales salieron a zonas urbanas o fueron abandonados. En 2020, 4 mil 482; 2021, 858; 2022, 667; 2023, 511; y en 2024, mil 200, informó el Conap.
Entre las especies más afectadas se encuentran loros (como el loro nuca amarilla y el loro real), guacamayas rojas, tortugas, iguanas y hasta monos. El modus operandi ha evolucionado, pasando de transportes rudimentarios a operaciones especializadas con cajas diseñadas para el ocultamiento de decenas de ejemplares.
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Los animales silvestres producto del tráfico y comercio ilegal sufren maltrato y crueldad, ya que son colocados en cajas o en jaulas en condiciones no adecuadas y sin alimentación, en ocasiones encadenados y sin alimentación.


Quetzales
Aunque se carece de un monto de ganancias por vender animales exóticos, en los mercados ofrecen, por ejemplo, una cacatúa por Q425 y para comprar algún pájaro exótico piden Q600. Las tortugas cuestan Q30 y las iguanas Q75.
Las autoridades como los policías de la División de Protección a la Naturaleza (Diprona) de la Policía Nacional Civil (PNC) han identificado rutas críticas para el tráfico, especialmente en Petén y en las fronteras, donde la conectividad criminal se ha profesionalizado.
Detalles
Delito con cárcel y multa
- En Guatemala, capturar, transportar, vender o comprar animales silvestres sin autorización es un delito penal, sancionado por la Ley de Áreas Protegidas (Decreto 4-89) con penas de 5 a 10 años de prisión y multas de Q10 mil a Q20 mil.
- Este delito no solo destruye vidas animales: alimenta redes de crimen organizado, pone en riesgo la salud pública por enfermedades zoonóticas y atenta contra el patrimonio natural del país, explican las autoridades.
- Cada año, miles de animales silvestres son arrancados de su hábitat, separados de sus familias, encerrados en cajas, jaulas o costales, y transportados en condiciones inhumanas. Muchos no sobreviven en el viaje. Los que lo hacen, llegan con fracturas, infecciones, desnutrición o traumas irreversibles. Esta es la realidad brutal del tráfico ilegal de fauna silvestre.