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Explora Petén: secretos milenarios, arqueología e historia en el corazón verde de Guatemala

Descubre los tres lugares que guardan los mejores secretos de la antigüedad.

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Tikal en Petén. El templo del Gran Jaguar alberga historia y cosmovisión. Foto Ronald Hernández.

En el corazón verde de Guatemala, donde los árboles susurran historias milenarias y los amaneceres se filtran entre la niebla espesa, existe un lugar donde el tiempo parece no haber cobrado vida. Petén, no solo es un destino, sino también una experiencia que se graba en la memoria de quien visita este majestuoso departamento.

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En una iniciativa impulsada por el Inguat, Publinews tuvo una visita turística al departamento para disfrutar y recorrer los principales lugares que albergan cultura, historia y cosmovisión maya.

La isla de Flores desde sus extremos infinitos, refleja en la corriente de sus aguas la frescura y calidez de su gente, el ambiente arma el celaje perfecto y posa con las casas coloridas albergadas en las orillas.

Petén es mucho más que Tikal, en las tranquilas aguas del lago Petén Itzá, el pueblo de Flores descansa como una joya colonial. Sus callecitas adoquinadas, casas coloridas y cafés junto al lago invitan a perderse sin prisa. Al caer la tarde, las lanchas cruzan el agua como si siguieran rutas secretas trazadas por los ancestros.

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Otros lugares como el Museo de Nuevo Horizonte, ubicado en el municipio de Santa Ana nació del sueño de todos los combatientes, milicianos fundadores y juventudes de esa comunidad por conservar su memoria. No solo de la guerra de Guatemala sino también del camino por la lucha revolucionaria, la migración forzada, la convivencia con la naturaleza del Petén y del esfuerzo por crear una comunidad solidaria y autosostenible.

Un espacio que transporta a los procesos de invasión y colonialismos que ha sufrido la región, así como la dignidad y defensa de sus habitantes por su territorio y el significado de la lucha que constituye su actual modelo de comunidad.

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El sitio arqueológico de Yaxhá, ubicado en el Parque Nacional Yaxhá-Nakum-Naranjo, se encuentra en los municipios de Flores y Melchor de Mencos y ofrece a sus visitantes algo invaluable: silencio. Desde el templo 216 se ve la laguna del mismo nombre y una extensión verde que parece no tener fin. A veces, en las noches claras, la luna se refleja en el agua como si también quisiera contemplar lo que el tiempo no ha podido borrar.

Petén no se cuenta, se siente, es un lugar donde las piedras hablan, los árboles abrazan y los cielos cuentan leyendas. Viajar a este rincón del norte guatemalteco es adentrarse en una historia aún en construcción, donde cada visitante se convierte en un personaje más del relato.

Y sin dejar de mencionar el Parque nacional Tikal, ubicado en el municipio de Flores con su mayor relevante que son los gigantescos templos de Tikal, sin duda alguna el corazón se acelera ante el murmullo de la selva que despierta. Desde la cima del majestuoso Templo IV, los primeros rayos bañan la catedral de piedra maya, pintando de oro las almenas y proyectando las siluetas de copas verdes que se extienden hasta donde la vista lo permite.

Aquí, cada piedra, cada glifo, evoca la memoria de reyes y sabios que una vez guiaron a este pueblo, y que decodificaban los cielos desde terrazas como esta.

Quien conoce Petén, no regresa igual. Porque entre ruinas, lagos y selvas, uno encuentra algo más que paisajes: encuentra respuestas.

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