Un heroico agente de la Guardia Costera de EE.UU., el suboficial Scott Ruskan, de 26 años, se convirtió en un salvador clave durante las devastadoras inundaciones del 4 de julio en Texas, logrando rescatar a más de 165 personas, incluyendo niños, en medio del caos.
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Ruskan, quien estaba a cargo del Camp Mystic —un campamento cristiano de verano para niñas—, coordinó con el piloto Bryan Winchell la evacuación de numerosas víctimas utilizando helicópteros Blackhawk 60 y MH-65. Aunque el campamento, ubicado en una zona elevada, sirvió como punto estratégico para los rescates, la tragedia dejó 27 muertos vinculados al lugar, entre niñas y personal.
“Evacuamos a la mayoría de la gente del Camp Mystic, lo cual es increíble. Pero sigue siendo muy triste. Todavía hay mucha gente desaparecida”, declaró Ruskan, para quien esta fue su primera misión de rescate.
Las inundaciones han dejado un saldo de más de 80 fallecidos y decenas de desaparecidos, mientras los equipos de emergencia continúan las labores de búsqueda.
El presidente Donald Trump anunció en TruthSocial que el condado de Kerr, epicentro de los daños, será declarado zona de “desastre mayor”, lo que permitirá el despliegue de ayuda federal para los afectados.
