Roman Starovoyt, recientemente destituido como ministro de Transporte de Rusia por orden de Vladimir Putin, fue hallado muerto este lunes 7 de julio en su automóvil en Odintsovo, cerca de Moscú, con una herida de bala en un aparente suicidio, según informó el Comité de Investigación ruso.
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Starovoyt, quien hasta mayo de 2024 fue gobernador de la región de Kursk, enfrentaba creciente presión tras la incursión ucraniana en esa zona fronteriza, que expuso fallas en las defensas preparadas durante su mandato. Además, su adjunto está implicado en un escándalo de corrupción relacionado con esas fortificaciones, según The Moscow Times.
El suicidio ocurre en medio de graves problemas en el sector: sanciones occidentales, ataques ucranianos a infraestructuras y caos en aeropuertos clave —como las cancelaciones masivas en Sheremetyevo (Moscú) y Pulkovo (San Petersburgo)— han colapsado el sistema.
El Kremlin no explicó los motivos del despido, y su portavoz Dmitri Peskov se negó a comentar el fallecimiento.
