Un tribunal dominicano emitió este jueves orden de arresto contra Antonio y Maribel Espaillat, propietarios del club nocturno Jet Set, cuyo techo colapsó durante un concierto el 8 de abril, provocando una de las peores tragedias en la historia del país. Los hermanos fueron imputados por homicidio involuntario tras presentarse voluntariamente ante la Procuraduría General.
La fiscalía determinó que los dueños incurrieron en “inmensa irresponsabilidad” al ignorar el deterioro estructural del local, que operaba desde 1972 en un edificio adaptado de un cine construido en 1994. Un informe técnico reveló que el techo presentaba filtraciones por años y solo recibió reparaciones superficiales. Persio Díaz, ingeniero civil de la UASD, explicó que la sobrecarga de equipos de aire acondicionado y plantas eléctricas en la losa fue determinante para el colapso.
Durante el concierto de Rubby Pérez (quien falleció en el acto), más de 500 personas estaban en el recinto. El derrumbe mató a 236 (incluyendo al exbeisbolista Octavio Dotel y a la gobernadora Nelsy Cruz) y dejó 189 heridos. Rescatistas trabajaron 48 horas para recuperar cuerpos entre los escombros.
El caso generó indignación nacional, con más de 50 demandas civiles contra los Espaillat, dueños también de un conglomerado mediático. Su abogado, Miguel Valerio, aseguró que cooperarán con la investigación. El gobierno admitió vacíos legales en regulación de infraestructuras y prometió reformas.
La fiscalía tiene 48 horas para formalizar cargos, mientras el país exige justicia por una tragedia evitable.