Ballymena, Irlanda del Norte, fue escena de violentos disturbios este lunes después de que una manifestación pacífica en apoyo a una adolescente víctima de violación se saliera de control. Según reportes locales, dos jóvenes de 14 años, quienes comparecieron ante un tribunal con asistencia de un intérprete de rumano, fueron acusados del presunto delito ocurrido el sábado y se declararon inocentes.
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La protesta inicial, que reunió a unas 2,500 personas, derivó en caos cuando manifestantes levantaron barricadas, incendiaron contenedores y lanzaron cócteles molotov contra la policía. Un grupo de encapuchados vandalizó propiedades y un vehículo policial, mientras bomberos trabajaban para controlar los incendios en la vía pública y una vivienda afectada por el humo.
El diputado Jim Allister vinculó la tensión social al aumento de la migración en la zona: “En Ballymena hay preocupación por el volumen de inmigración, lo que influyó en esta protesta inicialmente pacífica”, afirmó. Las autoridades mantienen el operativo para evitar nuevos brotes de violencia en la ciudad.
