El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles una nueva proclamación presidencial que prohíbe o restringe la entrada al país de ciudadanos provenientes de más de 20 naciones, citando razones de seguridad nacional.
Entre los países afectados se encuentran Cuba y Venezuela, así como varias naciones de África, Asia y Medio Oriente.
La medida limita completamente la entrada de ciudadanos de 12 países: Afganistán, Birmania (Myanmar), Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
Por otro lado, impone restricciones parciales a personas provenientes de 7 países, entre ellos Cuba, Venezuela, Burundi, Laos, Sierra Leona, Togo y Turkmenistán.
La Casa Blanca aclaró que se permitirán excepciones para ciertos grupos, como residentes permanentes legales, titulares de visas vigentes y algunas otras categorías especiales.
Según Abigail Jackson, portavoz de la presidencia, las medidas buscan “proteger a los estadounidenses de actores extranjeros peligrosos”.
“Estas restricciones de sentido común son específicas para cada país e incluyen lugares que carecen de una verificación de antecedentes adecuada, presentan altas tasas de permanencia tras el vencimiento de la visa o no comparten información sobre identidad y amenazas”, explicó Jackson en declaraciones a la cadena CBS.
El documento también subraya que esta no es la primera vez que el presidente Trump recurre a este tipo de medidas.
En 2017, al inicio de su primer mandato, impuso una prohibición de viajes que afectó principalmente a países de mayoría musulmana, y que fue duramente criticada y objeto de múltiples demandas judiciales, aunque finalmente fue avalada por la Corte Suprema.
Aquella primera medida generó un caos global en aeropuertos, dejando a miles de viajeros en el limbo, con vuelos cancelados, personas retenidas o deportadas a mitad de trayecto, y manifestaciones masivas en ciudades como Nueva York y Washington D.C.
La nueva proclamación, aunque menos sorpresiva, podría tener consecuencias similares y ya está generando preocupación en organizaciones de derechos humanos y comunidades migrantes, quienes advierten sobre su impacto humanitario y su potencial uso como herramienta de exclusión.
Hasta el momento, no se ha especificado la duración de estas restricciones ni si podrían ampliarse en el futuro a otros países.
***Con información de BBC News Mundo