La relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre la Independencia de Magistrados y Abogados, Margaret Satterthwaite, brindó una conferencia luego de haber finalizado su visita de 12 días en Guatemala en la que hizo un llamado a la situación de justicia.
Durante su presentación, destacó “patrones alarmantes” que vulneran el estado de derecho, incluyendo procesos de selección de jueces, persecución a fiscales independientes y criminalización de más de 60 operadores de justicia, periodistas y defensores de derechos humanos desde 2018.
Además, se refirió a la persecución en contra de operadores de justicia. “Esta persecución parece intensificarse, ya que quienes han tratado de poner fin a la impunidad y la corrupción, defender los derechos humanos, o denunciar los abusos de poder se enfrentan cada vez más al acoso digital, las amenazas y la imposición de cargos penales”, detalló la abogada estadounidense.
Cambios en 2026
Un aspecto relevante de Satterthwaite fue lo que se vendrá en 2026 en el territorio guatemalteco al referirse a las elecciones de magistrados. Se refirió que los procesos para cambiar a los magistrados del Tribunal Supremo Electoral y de la Corte de Constitucionalidad, así como elegir nuevo fiscal, representan “una oportunidad crítica para revertir las tendencias actuales”. Aunque apuntó: “la ley no es más que un arma de conveniencia y no una garantía de derechos”.
La experta internacional hizo un llamado urgente al gobierno guatemalteco para:
- Reformar el sistema de elección de jueces
- Fortalecer la autonomía del Ministerio Público
- Crear mecanismos de protección para operadores de justicia
- Detener inmediatamente la criminalización de periodistas y defensores
En cuanto a los pueblos indígenas, la relatora dijo: “Me han llegado ecos de preocupaciones porque no se incluye, como es debido, la competencia cultural, el pluralismo o los derechos de los pueblos indígenas en la formación de los futuros jueces y abogados. Estas lagunas contribuyen a unas prácticas que no llegan a cumplir las normas de derechos humanos internacionales, sobre todo en lo que respecta a tierras ancestrales y recursos, lo que menoscaba la justicia en la sociedad guatemalteca que es muy diversa. Por lo tanto, es fundamental reforzar la formación”.