En una de sus primeras intervenciones públicas, el papa León XIV abordó el tema de la familia durante una audiencia general en el Vaticano. Su declaración, aunque esperada por algunos sectores conservadores, ha generado preocupación en comunidades progresistas y defensores de los derechos LGBT+. “La familia es la unión estable entre un hombre y una mujer abierta a la vida”, afirmó con firmeza el nuevo pontífice.
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Estas palabras marcan un cambio de tono respecto a la postura más conciliadora de su antecesor, el papa Francisco, quien había mostrado mayor apertura hacia personas LGBT+ dentro de la Iglesia. Aunque León XIV no hizo una condena explícita, su definición deja claro que su visión del modelo familiar tradicional será el marco de referencia de su pontificado.
La declaración no tardó en causar reacciones. Diversas organizaciones a favor de la inclusión y algunos obispos europeos han pedido que no se dé marcha atrás en los espacios de diálogo que ya se habían ganado. En redes sociales, miles de usuarios han expresado su decepción y preocupación por lo que consideran un retroceso en la pastoral de acogida.
Aunque León XIV subrayó que la Iglesia “está llamada a amar a todos”, su énfasis en una única forma de familia parece trazar una línea más rígida en torno a la doctrina oficial. Los próximos meses serán clave para saber si estas palabras se traducen en decisiones concretas sobre la pastoral hacia personas LGBT+ dentro del Vaticano.
