En un gesto cargado de simbolismo y recogimiento espiritual, el Papa León XIV visitó hoy la tumba la tumba de su predecesor, el Papa Francisco en la basílica de Santa María la Mayor.
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Durante su visita, el Pontífice oró en silencio y depositó una rosa blanca sobre la tumba del Sumo Pontífice el Papa Francisco, en señal de respeto y veneración.
La ceremonia, que se desarrolló en un ambiente de profunda solemnidad, no fue anunciada previamente, lo que subraya el carácter personal y devoto del acto.
León XIV ha manifestado en varias ocasiones su admiración por la figura del Papa Francisco, a quien considera un modelo de humildad, paz y servicio a los más necesitados.
La rosa blanca, símbolo de pureza y esperanza, fue colocada cuidadosamente por el ahora Papa, al término de su oración, en un gesto que conmovió a los presentes.
La visita se enmarca en una serie de actividades pastorales que el Papa ha llevado a cabo recientemente en distintas basílicas romanas.