Tras meses de tensiones comerciales que paralizaron el intercambio bilateral y sacudieron los mercados globales, Estados Unidos y China dieron el primer paso hacia un posible entendimiento durante una reunión de alto nivel celebrada este fin de semana en Ginebra.
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Actualmente, ambos países mantienen tarifas récord: EE.UU. aplica un 145% a productos chinos, mientras que China responde con un 125%. Sin embargo, el gobierno estadounidense expresó confianza en que Beijing abrirá su mercado tras las conversaciones.
El presidente Donald Trump celebró en Truth Social: “¡Excelente reunión! Se lograron grandes avances”, destacando el tono “amistoso pero constructivo”. Por su parte, Howard Lutnick, secretario de Comercio, afirmó que la estrategia de Trump busca “equilibrar la balanza comercial” global.
Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional, reforzó el optimismo: “China parece ansiosa por normalizar las relaciones”. Las negociaciones, que duraron siete horas, contaron con figuras clave como el viceprimer ministro chino He Lifeng y el secretario del Tesoro estadounidense Scott Bessent.
Este encuentro marca el primer diálogo directo desde que Trump impusiera los aranceles en mayo, a lo que China respondió prometiendo resistir “hasta el final”. Aunque aún no hay acuerdos concretos, el ambiente sugiere una posible tregua comercial.