El conmovedor caso de un pequeño de 11 años que sufría los crueles castigos de su propia familia.
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En Guatemala, a lo largo de la historia, se han registrado castigos severos, que muchas veces hasta han cobrado vidas. Mayormente los antiguos, eran lo que acostumbraban a dar escarmientos a sus hijos y nietos. La mala costumbre aún no se ha erradicado, pese a las distintas pláticas y enseñanzas modernas, algunas personas creen que es correcto propinar golpizas a los niños, según ellos con la intención de educarlos y volverlos gente de bien.
Esta semana se registró un caso en el que vecinos denunciaron el maltrato de un menor en la aldea Plan de la Gloria, municipio de el Tumbador, San Marcos.
Delegados de la Procuraduría General de la Nación (PGN) llevaron a cabo el rescate de un niño de 11 años que sufría de maltrato físico y verbal.
Al llegar a la residencia, los delegados se percataron que el menor presentaba quemaduras en la mano izquierda, luego que su abuela y tía materna le pusieron las manos sobre un comal caliente, por lo que procedieron a solicitar medidas de protección necesarias y urgentes ante el Juzgado de Paz de este municipio.
Asimismo, fue llevado al hospital para que recibiera la atención médica necesaria. Una vez rescatado, el proceso de evaluación psicosocial busca identificar un recurso familiar adecuado para que el menor pueda ser reintegrado en un entorno seguro. Si durante esta investigación no se encuentra un familiar idóneo, el juez puede ordenar el ingreso temporal del menor a hogares de abrigo y protección.