Las deficiencias en la infraestructura del transporte de energía eléctrica a cargo del Estado han causado complicaciones para la población de Petén, la cual ve afectado el desarrollo del departamento. Por esta situación, la distribución de energía también es perjudicada y los hogares reciben de manera irregular el servicio.
Este fue el tema central de una citación del diputado César Fión al viceministro de Energía y Minas, Juan Castro Martínez; al gerente general del Instituto Nacional de Electrificación (INDE), Luis Adolfo Martínez, y al presidente de la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE), Luis Ortiz. En la reunión también participó Álvaro Mazariegos, subgerente de Mantenimiento de Oriente de la distribuidora Energuate, así como los alcaldes de San Andrés, San Benito y Santa Ana, así como representantes de empresarios del departamento.
En Petén existe un abastecimiento de entre 40 y 45 megavatios. Sin embargo, el crecimiento industrial y poblacional ha hecho que la demanda llegue a 60 megavatios, según datos del Ministerio de Energía y Minas (MEM).
Recientemente, el MEM anunció que se agregaron 25 megavatios a la carga del departamento; sin embargo, las complicaciones persisten para los vecinos. La carga adicional se dio con una nueva línea de transmisión que va de Morales, en Izabal, a la nueva subestación Modesto Méndez, inaugurada el 1 de junio por el ministro Víctor Hugo Ventura.
Durante la citación, los alcaldes y representantes del sector privado expresaron que la población en sus municipios está desesperada por los cortes de energía. Además, reportaron pérdidas significativas en los comercios por la fluctuación del voltaje, la cual tiene su origen en el transporte.
El viceministro del MEM respondió que la falta de lluvias también afectó gravemente la generación de energía, por lo que la situación del departamento es una falla técnica. Añadió que una solución es la construcción de una línea de transmisión de 230 kVA.
Por su parte, el presidente de la CNEE, Luis Ortiz, reconoció que los problemas que enfrenta Petén se deben a la infraestructura, ya que hay debilidad en la transmisión. Datos de Energuate indican que cada año realizan hasta 100 mil nuevas conexiones a la red, principalmente de hogares, los cuales consumen energía de las mismas líneas de transmisión que los usuarios conectados en años anteriores, sin que haya mayor capacidad para transportar la energía.
A eso se suma que muchos propietarios de terrenos en la región no permiten realizar mantenimiento a las líneas, así como las situaciones delictivas relacionadas con el robo de cables y daños en las instalaciones eléctricas.
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