El terreno accidentado, las condiciones climáticas adversas y el paso del tiempo no fueron obstáculo para culminar las labores de búsqueda y rescate de los desaparecidos en una avioneta, con quién se tuvo una última comunicación con la torre del control el pasado lunes.
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Luego de la localización de la aeronave accidentada en el volcán de agua, los elementos de la Brigada de Rescate inician el descenso del coloso, caminando 10 horas aproximadamente para llegar al campamento donde se alimentan, hidratan, limpian su equipo y se preparan para estar nuevamente en apresto ante cualquier llamado.
El grupo realiza una oración dando gracias a Dios, por proteger a los compañeros ante los peligros eminentes, y retornar a sus bases.
“Danos esa alma luchadora para seguir sirviendo. Padre, no me queda más que agradecerte lo bien que nos sentimos, bendecidos y agarrados de tu mano. Porque sabemos que cada paso que dábamos eras tu quién nos guiaba”, dice un oficial en oración.
“Trabajamos sin descanso, por tierra y aire, con la única meta de encontrarlos. Sentimos una profunda tristeza por la pérdida de estas dos vidas, pero a la vez un gran orgullo por haber cumplido con nuestro deber. Nuestra labor como Bomberos Voluntarios exige Disciplina, Honor y Abnegación. Valores que nos impulsaron a no rendirnos hasta dar con el paradero de la aeronave”, describe una publicación acompañado con un video en las redes sociales de los Bomberos Voluntarios.
“Expresamos nuestras más sentidas condolencias a las familias y amigos de los tripulantes. Que su memoria descanse en paz”, comentan.