En 2002 un grupo de alpinistas fueron reportados como desaparecidos luego del paso de una avalancha en el nevado de Huascarán en Perú. El 5 de julio del presente año, apareció el cadáver momificado de un estadounidense en ese nevado, uno de los más altos de Perú. Según las primeras investigaciones, el sujeto habría muerto sepultado junto a otros dos por la nieve hace 22 años.
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Tras recibir la alerta del hallazgo del cadáver, un equipo de rescatistas del Departamento de Salvamento de Alta Montaña de la Policía Nacional de Perú (PNP) se trasladó hasta el Huascarán y tras varias horas de búsqueda encontraron el cadáver momificado, que conservaba intactas las vestimentas y herramientas de escalada como crampones, arneses y cuerdas de seguridad, aseguraron los medios locales.
El cuerpo se ubicaba a 5.200 metros sobre en el nivel de mar, en una zona de alto riesgo por avalanchas y con muchas grietas, lo que complicó el rescate. Una vez fue trasladado a una zona más baja, representantes del Ministerio Público realizaron la diligencia de levantamiento de cadáver y se ordenó su desplazamiento hasta la morgue para los procedimientos de ley.
Según información policial citada por la agencia Andina, durante la revisión preliminar del cuerpo, se encontró una licencia de conducción que corresponde al ciudadano William Stampel, procedente de California (EE.UU.).
En aquella avalancha de junio de 2002 en el Huascarán tres turistas quedaron sepultados, de los cuales se encontró el primero hace veinte años. Ahora, con el hallazgo de Stampel, falta por localizar el tercer montañista desaparecido, detallan los investigadores.
