“No fue un secuestro, no fue un accidente”. Expertos explicaron cómo fueron los últimos minutos de vida de Paquito.
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Agentes de la PNC capturaron a Emili Alejandra Ordóñez Coronado, de 29 años, acusada del delito de maltrato a personas menores de edad.
Según autoridades se presume participó en la muerte de su propio hijo, Rudy Francisco Baches Ordóñez, de 4 años.
Un pequeño de cuatro años espera que sus padres lo abracen, lo quieran y le digan cuanto lo aman. Lamentablemente, esas acciones de amor, no fueron las que recibió Paquito.
Según los hallazgos durante los allanamientos del Ministerio Público, en la casa en la que vivía el menor fueron localizadas sábanas con sangre, y manchas de sangre en la pared, los expertos utilizaron luminol para detectarlas. También fueron localizadas prendas del menor con sangre.
Según el informe del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) el pequeño falleció por una perforación en el pulmón, lo que posiblemente le generó un fuerte dolor en el pecho, falta de oxígeno, opresión torácica, mareo, desvanecimiento, frecuencia cardíaca acelerada, shock y por último la muerte.
Paquito murió sin comprender porque la mujer que debería cuidarlo, se quedó de brazos cruzados y permitió que un extraño lo golpeara brutalmente hasta quitarle la vida. Y hasta el último momento mintió para defender al agresor.
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De la evaluación hecha por los socorristas al menor, se informó que presentaba golpes, especialmente en el cráneo y diferentes partes del cuerpo, así como abrasiones, subrayaron que el niño tenía entre 15 a 20 minutos de haber fallecido cuando llegó a la estación de bomberos.
Las mentiras de la mamá
La madre, en un inició llegó llorando, pidiendo ayuda para el pequeño. Aseguró que vivía en la Ciudad y al llegar a Chimaltenango hombres le arrebataron al pequeño; sin embargo, la versión la cambió en varias ocasiones, por las que generó dudas y los bomberos procedieron a llamar a las autoridades, debido a que Paquito presentaba una serie de golpes en todo su cuerpo.
De acuerdo con un vecino, ellos sí vivián en Chimaltenango y el pequeño era golpeado frecuentemente por el padrastro y en esta ocasión, fueron tan fuertes los golpes, que le perforaron el pulmón. La Policía presume que la mujer fue participe en esta brutal agresión.
