En el estado costero del Golfo de Tabasco en México los guardarecursos han sido testigo de los estragos que la ola de calor ha cobrado en algunas vidas humanas. Al menos 83 de los primates de tamaño mediano, que son conocidos por sus llamadas vocales rugientes, fueron encontrados en esa zona tropical.
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Otros fueron rescatados por los residentes, entre ellos cinco que fueron llevados a un veterinario local que luchó por salvarlos: “Llegaron en estado crítico, con deshidratación y fiebre”, dijo el Dr. Sergio Valenzuela. “Estaban flácidos como trapos”, relató el especialista.
La brutal ola de calor que azota México ha causado la muerte de al menos 26 personas desde marzo, pero los veterinarios y socorristas afirman que ha matado a docenas y quizá cientos de monos aulladores. En la localidad tabasqueña de Tecolutilla, los monos muertos empezaron a aparecer el viernes pasado, cuando una brigada local de bomberos voluntarios se presentó con cinco de las criaturas en la caja del camión, señalaron los medios de comunicación locales.
El veterinario señaló que les puso hielo en las manos y los pies y los conectó a sueros con electrolitos. Antes apáticos y fáciles de manipular, ahora están en jaulas en la consulta de Valenzuela. “Se están recuperando. Están agresivos... vuelven a morder”, afirma, señalando que se trata de un signo saludable para estas criaturas habitualmente furtivas.
El gobierno federal reconoció el problema hasta el lunes, con el presidente Andrés Manuel López Obrador diciendo que se había enterado a través de las redes sociales y dijo que el gobierno buscaría apoyar el trabajo.