Los restos que llevaba la mujer vestida de monja, pertenecían a una mujer que falleció en abril del 2023.
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Las autoridades chilenas investigan un extraño caso, el hallazgo de los restos de una mujer dentro de una maleta, esto al oriente de Santiago de Chile.
Y es que contrario a lo que pudiera interpretarse como un acto de inseguridad o del crimen organizado, todo parece indicar que detrás de este caso hay un pacto de amistad.
Todo empezó cuando se encontró el cadáver de una mujer de alrededor de 59 años de edad dentro de la valija. Aunque en los primeros momentos de investigación se pensó que era parte de un delito, con el paso del tiempo la historia dio un giro inesperado debido a que los videos de unas cámaras de la zona dejaron ver que una supuesta monja de edad avanzada fue quien dejó la maleta.
En una grabación que actualmente circula en distintas redes sociales, ha sido posible observar la forma en la que una mujer con túnica iba caminando por las calles chilenas arrastrando y dejando en una esquina la maleta que posteriormente fue encontrada con los restos de otra mujer. ¿Qué fue lo que ocurrió?
Resulta que después de conversar con los vecinos de la región, los investigadores del caso lograron identificar una casa donde vivían tres personas. Entre ellas se encontraba Lorenza Ramírez —la adulta mayor de 80 años de edad que dejó la maleta— así como su hija, una religiosa que recientemente llegó al país sudamericano desde Italia.
Así fue como tras interrogar a dichas personas, las autoridades descubrieron que detrás de los restos de la mujer en la maleta, había un extraño pacto de amistad.
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De acuerdo con información periodística, los restos encontrados pertenecían a una mujer identificada con el nombre de Erica Fernández, quien habría fallecido desde abril de 2023. Juan Fonseca, jefe de la Brigada de Homicidios de la Región Metropolitana, ha dado a conocer que dicha mujer se encontraba enferma y fue la señora Lorenza Ramírez, quien la cuidó hasta sus últimos días.
No obstante, ambas mujeres —de quienes incluso aseguran que pudieron haber tenido una relación sentimental— hicieron un pacto de amistad que deberían llevar a cabo incluso después de la muerte. Dicho acuerdo consistía en que ninguna de las dos iba a informar el fallecimiento de la otra en cuanto pasara.
Precisamente por eso, la mujer de 80 años conservó a su amiga fallecida por un año y no fue hasta ahora que la historia ha salido a la luz generando impacto y sorpresa entre quienes la conocen.