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Imponente cortejo procesional de Jesús Nazareno de La Caída recorre la ciudad colonial

Jesús Nazareno de La Caída
Jesús Nazareno de La Caída

Este quinto domingo de Cuaresma, las calles de la Antigua Guatemala se llenaron de fervor y de miles de guatemaltecos devotos que llegaron para vivir uno de los momentos más importantes en el catolicismo.

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Desde tempranas horas de este domingo, miles de guatemaltecos y turistas llegaron a la ciudad de los Caballeros para presenciar el recorrido de uno de los cortejos procesionales más esperados.

Se trata del recorrido de la imagen de Jesús Nazareno de San Bartolomé Becerra, un nazareno agobiado por el peso de la cruz, la cual posee características que corresponden a la época del barroco, según la tradición oral, fue esculpida alrededor del año 1640, por el maestro escultor antigüeño Pedro de Mendoza.

La escultura de Jesús de la Caída plasma el dolor y dulzura que al observarlo pareciera que fuera a levantarse ante nuestros ojos, reflejando en su mirada, el dolor de su padecer, su boca entreabierta, su mano derecha junto a su rodilla descansando en el suelo y con su mano izquierda sosteniendo el madero, con tanta resignación al saber que se dirige al calvario a su crucifixión.

Originalmente fue esculpida para el templo del colegio de San Jerónimo, en la ciudad de Santiago de los Caballeros, en donde se le conocía como Divino Nazareno de San Jerónimo. El 29 de julio de 1773 la ciudad fue azotada y destruida por los terremotos de Santa Marta, por lo que se decidió que las pertenecías de las iglesias fueran trasladadas a la Ermita o Valle de la Virgen en el año de 1776, mientras que otras fueron abandonadas, escondidas, dañadas o destruidas.

Varias de las imágenes que se veneraban en el templo de San Jerónimo fueron abandonadas y algunas trasladadas a la parroquia de San Sebastián, la cual estaba a cargo de la orden Mercedaria, tal es el caso de la imagen del Nazareno de la Caída que corrió con dicha suerte.

La familia Arroyo dueña de la Finca Retana de San Bartolomé Becerra, compro a la orden Mercedaria la imagen, la cual fue restaurada y trasladada a la Ermita de la finca, posteriormente la finca fue adquirida por el señor Martín Barrundia, que luego obsequio la imagen del Nazareno al guardián de la finca Cayetano Escobar, quien a su muerte, cedió en forma definitiva a la Ermita de la aldea de San Bartolomé Becerra en donde se le da culto y veneración hasta la fecha.

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En los años de 1917 y 1918 según la tradición oral, debido a los sismos, el templo sufrió daños en su estructura, la imagen fue trasladada temporalmente al Oratorio de la casa patronal de la Finca Retana.

No se encuentran registros para conocer cuando se efectúo la primera procesión de la imagen de Jesús de la Caída, pero se dice que fue a finales del siglo XVII.

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