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Manifestantes exigen al Congreso no aprobar leyes “perversas y depravadas”

Los ciudadanos están en contra de la iniciativa 6157, ya que en el artículo 4 pretende censurar la enseñanza religiosa en entidades educativas.

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Niñas y niños de Guatemala. Guatemaltecos en oposición de la Iniciativa 6157.

Un grupo de guatemaltecos se hicieron presentes este día frente al Palacio Nacional de la Cultura, esta marcha pacífica tuvo como objetivo demostrar su descontento a diferentes iniciativas de ley que se han presentado en el Congreso de la República durante la actual administración.

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Según indica este grupo de ciudadanos, en los apenas dos meses de gobierno del presidente Bernardo Arévalo se han visto “aberraciones” que van en contra de las leyes y mandatos que a su vez socavan la niñez y adolescencia de Guatemala.

Catalogan su gestión como una improvisación forzada. Los cuestionamientos surgen por varios temas en la palestra de la coyuntura nacional; la falta de medicamentos en los hospitales, la inseguridad, el precio de los combustibles; sin embargo, predomina la oposición a la Iniciativa 6157, Ley de Educación Integral en Sexualidad.

“No se metan con nuestros niños”, son los comentarios que abundan en las pancartas de los manifestantes. La oposición surge porque dicen que el gobierno actual da prioridad a iniciativas de ley afines a la agenda globalista 20 30.

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Marcha pacifíca. Los manifestantes están en oposición a la Iniciativa 6157.

Los congresistas reiteran que esta busca implementar un programa de educación sexual en las instituciones educativas centradas en las siguientes claves: principios de gradualidad, es decir, proporcionar información y conocimientos apropiados a la edad y nivel de desarrollo de los estudiantes.

Así, respetando los procesos individuales y etapas de crecimiento con enfoque científico, garantizar que la información proporcionada sea objetiva, basada en la evidencia y libre de prejuicios o creencias personales.

También, busca que los estudiantes, maestros, padres de familia puedan acceder a un sistema en donde reciban información pertinente, basada en evidencia, que permita preparar los planes de vida y decidir de forma libre, informada y autónoma. Que las niñas, niños y adolescentes conozcan sus cuerpos.

“No permitamos que se metan con nuestros hijos, arreglen las carreteras y refuercen la seguridad del país. De la educación sexual nos encargamos los padres”, apuntan.

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