Commander, el pastor alemán de la familia Biden, tuvo que salir de la Casa Blanca después de haber mordido severamente a un agente del Servicio Secreto, quien tuvo que ser atendido. El can había llegado a la Casa Blanca en 2021.
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Entre octubre de 2022 y julio de 2023 se reportaron 24 incidentes de mordidas a personal del Servicio Secreto. Los incidentes con la mascota del presidente empezaron a acumularse en varios lugares, no solo en la Casa Blanca, como Camp David, Wilmington, Delaware y la casa en la playa de la familia Biden en Rehoboth Beach, Delaware.
En otro incidente, un agente le abrió la puerta al Comedor Oval a la primera dama, Jill Biden, y Commander lo mordió en el pecho, perforando la camisa y dejándole dos pequeñas laceraciones.
Anthony Guglielmi, jefe de comunicaciones para el Servicio Secreto, le expresó a “Fox News” que los incidentes se tomaron como heridas en el lugar de trabajo y que trabajaban para que los empleados trabajen en el ambiente más seguro posible.
“Después de entrenarlo, amarrarlo, trabajar con veterinarios y consultar con expertos en conducta animal, el ambiente en la Casa Blanca probó ser demasiado para Commander”, explicó Elizabeth Alexander, vocera de la primera dama.
La llegada de Commander se dio después de que los Biden se deshicieran de Major, otro perro que se comportó muy agresivo con el personal de la Casa Blanca y el Servicio Secreto. Lo enviaron con unos amigos en Delaware.