Édgar Marroquín Barrera, tío político de la víctima, aceptó su culpabilidad, pero aseguró que todo se trató de un accidente: “La atropellé y por miedo la quemé”. Sin embargo, la necropsia reveló la crueldad con la que asesinó a la niña. ¡Esto declararon los forenses!
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En el Tribunal Segundo de sentencia penal especializado en femicidio se lleva a cabo el juicio del caso de Chelsiry Paola Hernández Escalante, de 12 años, desapareció el 4 de febrero de 2020, en San Juan Sacatepéquez, día en el que se activó una alerta e iniciaron los operativos de búsqueda.
En el tercer día del juicio, lo expuesto por los peritos del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), quienes analizaron otros elementos además de practicar la necropsia a la menor, son detalles escalofriantes.
Los forenses afirmaron que localizaron gasolina en uno de los edredones que se cree fue utilizado para envolver el cuerpo previo a que fuera quemado.
De acuerdo con los resultados de la necropsia, no se puede determinar cuál fue la causa exacta de la muerte de la menor derivado del grado de carbonización del cuerpo. Sin embargo, los expertos creen que la menor pudo haber estado viva al momento de ser quemada, pero faltan estudios que determinen este extremo.
El cadáver de Chelsiry fue localizado calcinado el 5 de febrero de 2020 en un sector de Villa Canales, y una semana después se confirmó de manera oficial que se trataba de ella.
El 17 de febrero de 2020, 12días después de que se localizara el cadáver, Marroquín se presentó a la Torre de Tribunales, donde confesó que dio muerte a la pequeña, de 12 años.
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De acuerdo con su versión, él la atropelló con su motocicleta, le pasó la llanta y por eso la metió la baúl del carro, y que por temor quemó el cadáver. Sin embargo, versiones de familiares indican que él estaba obsesionado con su sobrina, por lo que no descartan que pudiera haber abusado sexualmente de ella y luego carbonizado para ocultar su crimen. Además, el material audiovisual contrasta con su declaración.
Cronología de los hechos:
El 4 de febrero de 2020, Édgar retornó a la casa de su sobrina a las 7:10 a. m., en su motocicleta.
A las 8:20 a. m. se retira del residencial manejando un carro rojo, donde se presume ocultaba el cuerpo de la niña.
A las 10:00 a. m. se dirigió a su trabajo en una oficina de la zona 9, en la ciudad. A cada dos horas, salía de su trabajo a revisar el baúl del carro, por lo que se presume que la menor estaba viva. También se le ve salir con un galón de gasolina y fósforos.
A las 10:00 p. m. se retiró del trabajo y se desplazó rumbo a Villa Canales, en donde quemó el cuerpo para borrar la evidencia.
El juicio continuará el próximo lunes, en donde más peritos rendirán su declaración. ¡La familia exige justicia!