Este fin de semana se reportó que el Estado de Oregon, en Estados Unidos, había registrado el primer caso humano de fiebre bubónica en casi una década y ahora las autoridades han asegurado que el paciente habría contraído la enfermedad de su mascota, un gato.
PUBLICIDAD
Desde hace ya varios días, las autoridades sanitarias locales informaron un caso de peste bubónica, también conocido como peste negra. Se trata de la primera infección en casi 10 años. El paciente, de quien no se ha revelado mayor información, responde correctamente al tratamiento.
¿Qué se sabe del caso de fiebre bubónica en Oregon?
Según recogieron los medios, se trata de un residente local de Oregon que, probablemente, contrajo la peste a través de su gato doméstico. El Dr. Richard Fawcett, responsable de sanidad del condado de Deschutes, declaró la semana pasada que “se ha contactado con todos los contactos cercanos de la persona y de su mascota”, y se les ha suministrado medicación a ambos para prevenir la enfermedad.
Las autoridades del condado han declarado que el caso se identificó el miércoles 7 de febrero y se trató en sus primeras fases, por lo que plantea “poco riesgo para la comunidad” y por esto han instado a la calma. La última vez que Oregón informó de un caso de peste bubónica fue en 2015.
También querrás leer: Nueva York vivirá la mayor tormenta de nieve en años
La peste negra es una infección bacteriana poco frecuente, pero grave, que es transmitida por las pulgas. La peste bubónica es ocasionada por la bacteria Yersinia pestis. Se estima que esta enfermedad mató a 50 millones de personas en un brote del siglo XIV en Europa. Ahora, es el tipo más común de peste y, si se detecta de forma temprana, puede tratarse con antibióticos.
La peste bubónica puede provocar infecciones del torrente sanguíneo y pulmonares si no se diagnostica a tiempo. Estas formas de la enfermedad son más graves, mortales y difíciles de tratar.
PUBLICIDAD
Por lo general, se transmite a los humanos por la picadura de pulgas infectadas que provienen de roedores como ratas y ardillas. Cuando una persona está infectada puede contagiar a otra a través de las gotitas microscópicas que expulsa al toser, hablar alto o estornudar.
Los síntomas de la peste bubónica incluyen la aparición repentina de fiebre, náuseas, debilidad, escalofríos y dolores musculares, tal y como informaron los servicios de salud del condado.