La tranquilidad de Puerto Tirol, en la provincia de Chaco, se vio alterada tras el hallazgo de un extraño cilindro metálico incrustado en un campo privado. El objeto, de 1,70 metros de largo por 1,20 de diámetro, fue encontrado en el Campo Rossi por su propietario, Ramón Ricardo González, quien de inmediato alertó a la Policía.
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Los primeros peritajes sugieren que se trata de un depósito de combustible de alta presión (COPV), fabricado en fibra de carbono, posiblemente proveniente de un cohete espacial. Aunque en un primer momento se especuló con un fragmento de una misión de SpaceX, expertos internacionales apuntan a que podría pertenecer al cohete chino Jielong 3, lanzado recientemente desde una barcaza en China.
El hallazgo coincide con reportes de testigos que observaron un objeto brillante cruzando el cielo argentino la noche anterior, reforzando la hipótesis de que se trata de chatarra espacial. El área se encuentra actualmente bajo custodia y se esperan análisis técnicos que confirmen su origen.
Este incidente reaviva el debate sobre el aumento de desechos espaciales. Según la Agencia Espacial Europea, hay más de 45,000 objetos de gran tamaño orbitando la Tierra, además de millones de fragmentos menores, lo que representa una amenaza creciente para las futuras misiones espaciales y la seguridad terrestre.