La posibilidad de vida extraterrestre ha cautivado a la humanidad por décadas, inspirando relatos de ciencia ficción y teorías conspirativas. Aunque existen numerosos documentos desclasificados sobre fenómenos inexplicables, aún no hay una confirmación oficial. Sin embargo, durante la Guerra Fría, la CIA exploró métodos inusuales en su búsqueda de ventajas estratégicas, incluyendo uno tan sorprendente como la visión remota.
El Proyecto Stargate, activo entre 1972 y 1995, investigó supuestos poderes psíquicos para recolectar información a distancia. Según los archivos desclasificados en el año 2000, los psíquicos involucrados afirmaron haber detectado bases extraterrestres en lugares como Alaska, América del Sur, África e incluso en Titán, la luna de Saturno.
Uno de los participantes describió a los seres que operaban en estas bases: desde científicos humanos en Titán hasta entidades con cabezas enormes y redondeadas, o incluso una “mujer atractiva” de cabello oscuro. A pesar de lo fascinante de estos relatos, el proyecto fue cancelado en 1995 al considerarse que la visión remota no era una herramienta confiable para la inteligencia.
Con un costo de 20 millones de dólares, el programa surgió como respuesta a los rumores de que la Unión Soviética invertía en investigación psíquica. Aunque la CIA finalmente concluyó que estos métodos no aportaban datos útiles, el Proyecto Stargate sigue siendo un intrigante capítulo en la historia de los intentos por desvelar los misterios del universo… y de lo paranormal.