Víctor Hugo Mica Álvarez, de 30 años, se hizo viral en redes sociales, luego de ser presuntamente enterrado vivo tras asistir, una noche antes, a una fiesta en la ciudad de Achacachi, en Bolivia, donde fue utilizado para un ritual local, según denunció.
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De acuerdo con su testimonio, publicado por el diario boliviano Página Siete, los hechos ocurrieron tras aceptar la invitación de uno de sus amigos para tomar una cerveza en una festividad folclórica, celebrada en la ciudad de Achacachi, perteneciente a La Paz.
Según relata Víctor Hugo, quien se desempeña como bailarín de una fraternidad de Tobas (una danza folclórica creada en la ciudad de Oruro a inicios del siglo XX), tras perder el conocimiento, su cuerpo fue utilizado para una ofrenda local, en la que los lugareños realizan entierros para pedir prosperidad para su comunidad.
“Me quisieron meter de sullu (palabra derivada del idioma quechua que significa feto)”, explicó el joven a medios locales, lo que significa que su cuerpo fue ofrecido a la Madre Tierra (llamada Pachamama en Bolivia) como un artículo de ofrenda para la prosperidad de los lugareños.
Sucedidos los hechos y tras lograr salir con vida del ataúd, enterrado en un terreno baldío, el joven denunció ante la autoridad local; sin embargo, afirmó que, hasta el momento, no ha recibido una respuesta favorable por parte de la Policía para investigar y dar con él o los responsables.