Un supuesto comando de narcotraficantes atacó la comandancia de Tijuana, Baja California, estado ubicado en la frontera entre México y Estados Unidos. Los sicarios llegaron a bordo de vehículos blindados y motocicletas, se dirigieron al estacionamiento de la comandancia y ahí quemaron tres patrullas.
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Los pistoleros se dieron a la fuga y en su trayecto asesinaron a una persona, cuyo cadáver dejaron abandonado en el baúl de un carro sobre la carretera libre Tijuana-Tecate. En redes sociales circula una serie de fotografías y videos de este ataque, en el que se observa que las unidades quedaron totalmente calcinadas, sin que en ese lugar hubiera pérdidas humanas o policías heridos.
Reporte policial
De acuerdo con el reporte de la Secretaría de Seguridad local, un grupo de hombres armados irrumpió en la sede policial, roció las patrullas con combustible y luego les prendió fuego. Los hechos ocurrieron durante la madrugada cuando había menos agentes trabajando y casi todos los empleados administrativos ya se habían retirado de las oficinas.
En lo que se refiere a la persona que fue ejecutada en la carretera, las autoridades señalaron que el cuerpo tenía una cartulina con un mensaje dirigido a la diputada federal Zulema Adams, a quien hace un año el entonces gobernador Jaime Bonilla acusó de tener supuestos nexos con el narcotráfico.
Por cierto, las autoridades mexicanas todavía no revelan cuál fue el cártel de las drogas que perpetró este atentado. En Baja California operan brazos armados del Cártel de Sinaloa (CDS), células activas del cárteles de los hermanos Arellano Félix y algunos familiares del capo prófugo Rafael Caro Quintero, quien está en la mira de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) por el asesinato del agente Enrique “Kiki” Camarena en la década de los 80.