¿Sexo y alcohol? Los efectos que el alcohol produce en ellos y ellas

Esta combinación es una fantasía sexual muy común, ya que se asocia el alcohol con mayor apertura y totalmente desinhibidos hacia un encuentro sexual. Incluso dos copas de licor puede afectar más de la cuenta el placer.

Es muy común pensar que un encuentro sexual bajo efectos del alcohol pueda representar una experiencia muy placentera; sin embargo, para la sexóloga Alessandra Rampolla, esto puede resultar todo lo contrario.

El grado de dificultad que afecta el ámbito sexual está relacionado con la cantidad de la ingesta de alcohol, aunque no es una regla. Una pequeña dosis (una o dos copas) puede variar la respuesta sexual.

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Aunque psicológicamente hay mayor desinhibición, la reacción sensorial-física sí se ve afectada.

Nada que celebrar para ellos

Para ellos, la ejecución sexual se puede ver frustrada en varios aspectos:

No aparece la erección: el alcohol inhibe el funcionamiento del sistema nervioso autónomo, el cual es responsable de la erección. Una pobre erección afecta negativamente la penetración y por ende la fricción y en sí todo el coito; aunque mentalmente sea incapaz de reconocerlo.

Eyaculación retrasada: aunque suele verse como algo “positivo·, esto ocurre por la disminución sensorial a nivel orgánico. La poca sensibilidad y el adormecimiento hace que el cuerpo no alcance un nivel de excitación adecuado que lo haya llegar al momento cúspide.

El alcohol, las mujeres y el sexo

Pérdida de sensibilidad: aunque hayan mujeres que aseguren tolerar mejor el alcohol, este afecta de manera inmediata la sensibilidad en todo el cuerpo, lo cual hará muy difícil alcanzar un orgasmo.

Falsa expectativa: esa liberación “mental” hace que las mujeres tengan un aumento en su libido, lo cual psicológicamente parezca positivo. Sin embargo, el alcohol afecta fisiológica y hormonalmente la respuesta sexual.

Compañeros peligrosos

El erotismo y las drogas no se combinan, aunque hayan aspectos que pueden “venderse” como exaltadores del placer.

Marihuana: los efectos a nivel mental que produce pueden influenciar un pensamiento erótico, aumentando la receptividad sexual. Sin embargo, está comprobado que esta droga reduce las sensaciones táctiles. Muy similar al alcohol, la pérdida de sensibilidad puede provocar erecciones más prolongadas, pero con la intensidad reducida que podría afectar el orgasmo.

Cocaína: aunque tiene “su fama” de ser capaz de aumentar la excitación y respuesta sexual, ya que entre sus efectos está la estimulación del sistema nervioso central, pueden acarrearse estados de depresión y disfunciones sexuales.

De acuerdo con Rampolla, las disfunciones sexuales más comunes por el consumo de esta droga son:

1. Disfunción eréctil
2. Disminución del deseo sexual
3. Erección prolongada (priapismo)

La especialista recomienda vivir cada experiencia sexual al natural; no necesitas más que el deseo sexual para tener un encuentro íntimo con tu pareja que te lleve al límite.