Apple develará este miércoles su cosecha 2018 de iPhone, tres nuevos modelos con precios de venta aún más altos con los que la firma espera continuar engordando las ganancias a pesar de un mercado saturado.
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Como es habitual, el gigante estadounidense ha dado pocas pistas sobre la presentación planeada en la sede de Cupertino, Silicon Valley, pero como todos los años las especulaciones han dado rienda suelta sobre las novedades que mostrará: iPhones seguro, pero también nuevos iPad y AppleWatch, su reloj conectado.
Los analistas no esperan a priori ninguna revolución tecnológica, pero están especialmente atentos a la elección de Apple en términos de precio para su nuevo iPhone.
El año pasado, Apple presentó tres modelos, incluido el costoso iPhone X y su desbloqueo mediante reconocimiento facial, que marcó el décimo aniversario del teléfono inteligente y se vendió a partir de 999 dólares en Estados Unidos.
Este año, los expertos esperan que la compañía publique versiones mejoradas del modelo (más rápido, pantalla más grande) que deberían ser aún más costosas y confirmarían la decisión de Apple de seguir apostando a la gama alta.
"Esperamos que Apple suba los precios de venta promedio" de los teléfonos inteligentes, estiman los analistas de la firma Counterpoint Research.
Hasta ahora, la estrategia le ha sido eficaz: permite aumentar su facturación a pesar de la saturación del mercado global.
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Según los analistas, el iPhone X se ha vendido menos que algunos modelos anteriores, como el iPhone 6, pero ha ingresado tanto como este en términos financieros en sus primeros diez meses de comercialización, tranquilizando al mismo tiempo a los inversores.
"El iPhone X es uno de los factores que ayudó a Apple a convertirse en la primera compañía (privada) en romper la barrera del billón de dólares" de capitalización bursátil a principios de agosto, sostiene Counterpoint Research.
Competencia china
Esto lleva a algunos analistas a decir que Apple puede fácilmente conformarse, en el plano financiero, con una participación de mercado relativamente pequeña, siempre que se mantenga estable.
Con alrededor del 12% del mercado global, la compañía perdió su segundo lugar en el segundo trimestre, destronada por el chino Huawei, que está experimentando un rápido crecimiento, según las firmas Gartner e IDC.
"Apple no tiene nada que demostrar, excepto que quiere segmentar un poco más el mercado", dijo Bob O\'Donnell, de Technalysis Research.
Lo que, no obstante, no puede dar por sentado, señala el analista Anshul Gupta, de Gartner, que dice que el líder global Samsung, que ostentó 19.3% del mercado en el segundo trimestre, y su modelo Galaxy S9 (1,055 dólares) presentado en febrero se han visto fuertemente golpeados por la competencia china y el virtual estancamiento del mercado, que redujo sus ganancias en el segundo trimestre.
Para Gupta "la creciente competencia de las marcas chinas y las mayores expectativas de los consumidores en términos de relación calidad-precio ponen a Apple bajo una enorme presión" para que proponga mejoras significativas que justifiquen un precio alto.
Para muchos analistas, Apple podría querer cubrirse bien las espaldas con uno o dos modelos ultra premium pero también un modelo más económico, aunque los rumores sobre su precio varían mucho para este último, entre 600 y 850 dólares.
"Con la llegada de un modelo más barato con pantalla LCD y modelos más caros con pantallas OLED, los productos 'mix' de Apple deberían generar aún más facturación", según Counterpoint.
IDC prevé una pequeña disminución en las ventas de teléfonos inteligentes en 2018, a 1,460 millones de unidades, con una recuperación moderada a partir de 2019, gracias al mercado indio, la recuperación del mercado chino y la llegada del internet móvil ultrarrápido 5G.
La presentación de Apple ocurre en plena guerra comercial entre Estados Unidos y China, este último un mercado muy importante para Apple, donde también ensambla una gran cantidad de sus dispositivos.
Su presidente ejecutivo, Tim Cook, ya advirtió que nuevos impuestos aduaneros de Estados Unidos sobre las importaciones chinas podrían aumentar los precios de algunos de sus dispositivos como los relojes, por ejemplo.