La embajada de Ecuador en Guatemala celebró el 209 aniversario del Grito de Independencia de ese país sudamericano.
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Estamos festejando los 209 años del Primer Grito de la Independencia del Ecuador, justamente se festeja el 10 de agosto pero combinamos este día (22 de agosto) porque hoy también se inaugura el Festival Gastronómico Ecuatoriano en este hotel; hemos traído chefs ecuatorianos que van a preparar el menú del 22 al 28 de este mes", indicó el embajador Francisco Aguirre.
Ceviche de pesado, de camarón, mixto, seco de gallina fritada, sopas y muchos platillos más son los que los visitantes encontrarán en este festival.
Se invitaron a autoridades del Gobierno, cuerpo diplomático, personalidades y amigos de la embajada y del Ecuador, y principalmente la colonia ecuatoriana residente en el país, indicó el diplomático.
“En estos 128 años de amistad entre Guatemala y Ecuador, nuestras relaciones han sido fructíferas y de constante crecimiento. El empresariado guatemalteco ha encontrado en Ecuador un país interesante para invertir. Espero que este buen ejemplo sea seguido por más empresarios guatemaltecos”, aseguró el Embajador.
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Actos protocolarios
El solemne acto inició con la entonación del Himno Nacional de Ecuador por parte de los presentes.
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Posteriormente se continuó con un vino de honor, acompañado de viandas preparadas para la ocasión que se compartieron con todos los invitados.
El Primer Grito de Independencia
El 10 de agosto de 1809 fue destituido el presidente de la Real Audiencia de Quito, Manuel Urriés Conde Ruiz de Castilla, instalándose una Junta Soberana de Gobierno, teniendo como autoridades a Juan Pío Montúfar en el cargo de presidente de la Junta, José Cuero y Caicedo como vicepresidente de la Junta.
De inmediato las autoridades españolas (peninsulares) dispusieron eliminar la rebelión movilizando tropas desde Guayaquil, Popayán y Pasto con la misión de tomar Quito y acabar con los insurrectos; al ser apresados y condenados, el pueblo de Quito emprendió acciones para rescatar a los patriotas encarcelados en el Cuartel Real de Lima (actual Museo de Cera), hecho que terminó en la masacre de los próceres el 2 de agosto de 1810 en la que irrumpieron no solo los pobladores de los centros urbanos de Quito, sino también desde las periferias, siendo participes todos los grupos sociales.